La Atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia (AIEPI) es una estrategia propuesta en 1992 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que enfoca la atención integral de los niños y las niñas menores de 5 años. En Latinoamérica se inició su implementación en 1996 y en Colombia en 1999.
La estrategia AIEPI nació para dar respuesta a las altas tasas de mortalidad infantil evitable y a la alta incidencia de casos, que de ser atendidos oportunamente evitarían complicaciones y muertes innecesarias. De aquí viene su nombre” Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia”. Su implementación se inició en países africanos, trabajando con factores de riesgo individualmente o con grupos pequeños y respondiendo a problemas específicos de enfermedad.
En América Latina, la realidad de los sistemas de salud, la organización de los servicios, el acceso a los mismos, los procesos de participación social adelantados en los países, las diferentes formas de organización social y las realidades económicas, sociales y culturales, han llevado a que la estrategia se visualice más allá de la prevención con enfoque de riesgo a una mirada además, poblacional, teniendo en cuenta los determinantes que condicionan el bienestar individual y colectivo y donde la transdisciplinariedad, la coordinación programática transectorialidad y la participación, juegan un papel trazador en su implementación.
AIEPI es una estrategia basada en un enfoque que considera el acceso a una buena atención para el niño como un derecho. Adopta un enfoque integral buscando mayor equidad en la atención infantil, para así, contribuir a la construcción de procesos que fomenten el crecimiento y desarrollo apropiado y en general el bienestar de las gestantes, los niños y las niñas.
En Colombia, las enfermedades infecciosas, que afectan principalmente a los menores de 5 años, siguen siendo un motivo importante en la carga de la enfermedad del país, ya que deterioran el estado de salud de la población en su conjunto. A pesar de los progresos obtenidos en la búsqueda de un inicio parejo de la vida para los niños y las niñas, se requieren aún mayores alcances, es necesario fortalecer los esfuerzos hacia la acción sobre los determinantes que condicionan el bienestar individual y colectivo, que incluyen factores de saneamiento ambiental como la provisión de agua potable, saneamiento básico, nutrición, vacunación y educación. Esto sólo se logrará en la medida que se ofrezca un abordaje integral de los procesos de salud-enfermedad de la infancia, de éstos al continuo de los ciclos vitales individuales y con la participación de los diferentes actores sociales en la gestión de la salud y bienestar de la infancia.
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